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Conferencia sobre los Océanos: No desperdiciarás el pescado

Puesto que los restaurantes de cocina japonesa no pueden utilizar todas las partes del pescado para producir sushi y sashimi, todos los días, libras y más libras de cabezas de pescado, granos y pieles terminan en la basura.

Pero una iniciativa en Lisboa, la ciudad sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos que se llevará a cabo este mes de junio, está revirtiendo el desperdicio de alimentos. A la empresaria Daria Demidenko se le ocurrió la idea de reutilizar las sobras de pescado fresco para crear bocadillos para mascotas.

Alrededor de 10 kilos de salmón, atún y pescado blanco se entregan cada mañana al Sekai Sushi Bar, un restaurante japonés en el distrito de Santos, en el centro de Lisboa.

Las manos hábiles de Sushiman Sunil Basnet rápidamente limpian y preparan una corvina (pez blanco de agua salada) de casi 1,5 kilos, capturada en la costa portuguesa. El propietario de Sekai, Edi Neves, explica que en promedio no se puede utilizar el 30% del pescado en los platos del restaurante:

“Terminamos sin usar algunas de las partes más duras del pecado puesto que tienen más fibra y piel. Tampoco utilizamos la columna vertebral, la parte de la cola, los bordes, los costados y la parte que tiene conexión con el estómago”.

La buena noticia es que, ahora, el 30% o 40% que se estaría desperdiciando del pescado termina siendo reutilizado.

Entre el 30% y el 40% del pescado que se desperdicia, acaba reutilizado por la empresa Sancho Pancho.

Sancho Pancho

Entre el 30% y el 40% del pescado que se desperdicia, acaba reutilizado por la empresa Sancho Pancho.

Homenaje al Sancho Panza y el Quijote

Sancho Pancho es una marca creada por la rusa Daria Demidenko, quien vive en Portugal desde 2015. El nombre es una alusión al personaje Sancho Panza del libro Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes. También rinde homenaje a uno de los perros de Daria, Pancho.

La empresaria señala que se necesita mucha creatividad para evitar el desperdicio de alimentos:

“Con este tipo de pescado blanco, preparamos galletas. Primero horneamos el pescado y luego para que las espinas tengan una textura mucho más blanda lo trituramos. En resumen, trituramos, mezclamos con harina y hacemos la galleta. También hay otros  residuos que incluyen las pieles del pescado blanco o las pieles del salmón. Estas sobras tienen una apariencia más bonita y se pueden deshidratar. La comida entra en la máquina, y se queda 20 horas a 70° de temperatura. Al salir del horno, todo está más seco y crujiente. Al final, lo cortamos en pedazos, y hacemos astillas de piel de salmón, algo parecido a las papas fritas”.

Además de recoger las sobras en el restaurante Sekai, Daria tiene alianzas con otros restaurantes y pescaderías en Lisboa. Ella recolecta alrededor de 25 kilos de sobrantes de pescado cada semana, que de no ser recogoidas, terminarían en la basura.

Sancho Pancho, una pequeña empresa de Lisboa (Portugal) convierte las partes sobrantes del pescado fresco en golosinas para perros.

ONU/Leda Letra

Sancho Pancho, una pequeña empresa de Lisboa (Portugal) convierte las partes sobrantes del pescado fresco en golosinas para perros.

Elogio de la ONU

La iniciativa es elogiada por Márcio Castro de Souza, especialista superior en pesca de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, FAO, con sede en Roma. Márcio explica que ya hay países europeos que aplican la política de no  desperdiciar el pescado:

“Esta iniciativa es muy interesante porque no solo vemos pequeños ejemplos de cómo reducir los desechos de pescado, sino que lo observamos a escala industrial. Varias industrias productoras de salmón en los países escandinavos han llegado a utilizar el 100 % del pescado, no desperdician nada. Hacen bistec, usan el ojo para hacer abono o para generar aceites esenciales. Ahora ya existe toda una producción enfocada en que no haya desperdicio del pescado alguno”.

Los aperitivos de piel de salmón son ricos en omega 3, y ayudan en la salud de la piel y el pelaje de perros y gatos. Además de reutilizar los restos de pescado, la marca de Daria Demidenko produce galletas a partir de restos de carne deshidratada de conejos y cerdos. La creadora de Sancho Pancho dice que, gracias a su trabajo, ha podido concienciar a muchos de sus clientes.

“Hemos escuchado a algunas personas y a algunos de nuestros clientes decir que, siguiendo nuestro ejemplo, ahora van a pescaderías o carnicerías y piden que les den algunos desechos. No producen ni hacen comida para vender, pero sí para sus perros, gatos o para ellos mismos”.

Acabar con el desperdicio mundial de alimentos es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU. Otro Objetivo implica la gestión sostenible de la vida marina, y salvar a los océanos. Proteger el futuro es el lema de la Conferencia de Océanos sobre los ONU que se llevará a cabo en la capital portuguesa del 27 de junio al 1 de julio.

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