La confirmación oficial llegó en forma de tuit donde el máximo responsable del Organismo, Rafael Grossi, afirmó su satisfacción por liderar la misión a Zaporiyia. La central fue ocupada por las fuerzas rusas a los pocos días de iniciarse la invasión rusa de Ucrania.
“Ha llegado el día”, afirmó Grossi en un mensaje que incluye una fotografía de todos los miembros de la misión. “Debemos proteger la seguridad de la mayor instalación nuclear de Ucrania y de Europa. Orgulloso de liderar esta misión que estará en la planta a finales de semana”, continúa el anuncio en la red social.
El director general del Organismo indicó que las prioridades de los expertos incluirán la evaluación de daños de la central nuclear y la evaluación del funcionamiento de los sistemas de seguridad y protección.
La seguridad del personal de la planta es una prioridad
Otra de las tareas urgentes será comprobar el bienestar del personal ucraniano que continúa trabajando en la planta donde se encuentran seis de los quince reactores nucleares del país.
Durante los últimos meses, Grossi reiteró su llamamiento para acceder a las instalaciones de Zaporiyia, al tiempo que instó a la retirada de todo el personal militar y que no se la considerara como objetivo bélico.
En una reunión del Consejo de Seguridad a principios de mes, el director general del OIEA declaró que, dada la incertidumbre de la situación y la enorme amenaza potencial de un accidente nuclear, “el tiempo apremia”.
Se necesita una inspección en persona
La información facilitada por Ucrania y Rusia sobre el estado de la instalación era “contradictoria”, señaló en aquel momento el Organismo, respecto a su funcionamiento y a los daños sufridos.
Grossi afirmó que solamente una visita oficial en persona a Zaporiyia permitiría corroborar estas evaluaciones y añadió que los expertos del Organismo también necesitaban “verificar el estado de los reactores y los inventarios de material nuclear para garantizar que no se alejaban de su uso pacífico”.
La amenaza de una catástrofe nuclear se extiende del ámbito civil al militar
“Desde las estepas de Kazajstán hasta las prístinas aguas del Océano Pacífico y los desiertos de Australia, los ensayos nucleares han envenenado durante mucho tiempo el entorno natural de nuestro planeta y las especies y personas que lo llaman hogar”, afirmó este lunes el Secretario General de la ONU.
En su mensaje por el Día Internacional Contra los Ensayos Nucleares, António Guterres destacó que “las armas nucleares no tienen cabida en nuestro mundo. No garantizan la victoria ni la seguridad. Por su diseño, su único resultado es la destrucción”.
El titular de la ONU destacó que, con la reaparición de las tensiones nucleares, ha llegado el momento de que entre en vigor el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares.
“Hace mucho tiempo que nuestro mundo es rehén de estos artefactos mortales. En este importante día, pido al mundo que actúe pensando en la salud y la supervivencia de las personas y del planeta”, emplazó.
Guterres solicitó el fin de este tipo de ensayos y a conseguir “que las armas nucleares pasen a la historia, de una vez por todas”.
Continúan las exportaciones de grano en el Mar Negro
Por otro lado, la iniciativa liderada por la ONU para facilitar las exportaciones de grano desde los puertos ucranianos hacia los países en desarrollo informó hoy que ya se han enviado cerca de 1,25 millones de toneladas métricas.
El Centro de Coordinación Conjunta, en el que participan Ucrania, Rusia, Turquía y la ONU, informó el domingo que desde la firma del acuerdo del pasado 27 de julio en Estambul ya se han realizado 114 travesías (62 de entrada y 52 de salida).
El grano llegará a Yemen
Este lunes se autorizó la salida de tres buques comerciales con más de 70.000 toneladas de alimentos a bordo.
El primero de ellos, el “Karteria”, partió con 37.500 toneladas de trigo del puerto ucraniano de Pivdennyi, en la ciudad portuaria de Yuzhny, en dirección a Türkiye.
El Centro de Coordinación Conjunta indicó que el grano, adquirido por el Programa Mundial de Alimentos, “se molerá hasta convertirlo en harina en Türkiye y luego se cargará en otro barco en dirección a Yemen”.
Un segundo carguero, el “Peace M”, debía zarpar de Odesa con destino a la ciudad rumana de Constanza con 24.485 toneladas de maíz; y un tercero, el “Ash Baltic”, debía partir de Odesa con destino al puerto de El Dekhela, en Egipto, con 11.000 toneladas de maíz.