El Secretario General de la ONU continúa profundamente preocupado por la situación que se vive en la central nuclear ucraniana de Zaporiyia y en sus alrededores, así como por las informaciones que recibe sobre los recientes bombardeos producidos en esa zona.
Durante una sesión del Conejo de Seguridad dedicada a los últimos sucesos en la planta ucraniana, António Guterres destacó este martes que “cualquier daño, intencionado o no, a la mayor central nuclear de Europa en Zaporiyia -o a cualquier otra instalación nuclear en Ucrania- podría suponer una catástrofe, no sólo para las inmediaciones, sino para la región y más allá”.
El titular de la ONU reiteró la necesidad de tomar “todas las medidas necesarias para evitar esa situación” y apeló “al sentido común y a la cooperación” como el “camino a seguir”, ya que “cualquier acción que ponga en peligro la integridad física, la seguridad o la protección de la central nuclear es inaceptable”.
Por ello, destacó que todos los esfuerzos para restablecer las actividades de la planta como infraestructura civil son “vitales” y explicó los dos pasos para conseguirlo.
En primer lugar, pidió a las fuerzas rusas y ucranianas que se comprometan a no emprender ningún tipo de actividad militar en dirección a la planta o desde la misma, ya que “Zaporiyia y sus alrededores no deben ser un objetivo ni una plataforma para operaciones militares”.
Seguidamente, destacó la necesidad de llegar a un acuerdo “sobre un perímetro desmilitarizado” que implicaría “el compromiso de las fuerzas rusas de retirar todo el personal y el equipo militar de ese perímetro y el compromiso de las fuerzas ucranianas de no entrar en él”.
El Tratado de No Proliferación Nuclear, víctima del conflicto en Ucrania
Acto seguido lamentó que la Décima Conferencia de Revisión de las Partes del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares, que concluyó a finales de agosto sin consenso, fuera “Víctima de la guerra en Ucrania”.
“El documento final buscaba tratar la cuestión de la seguridad de las centrales nucleares en zonas de conflicto armado, incluida Ucrania. Pero la Conferencia no logró alcanzar un consenso para aprovechar la oportunidad de consolidar el Tratado”, por lo que llamó a los Estados a usar todas las vías de diálogo y diplomáticas “para avanzar en estas cuestiones fundamentales”.
En clave futura, Guterres confió en que la misión de expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica desplegada en Zaporiyia desde la semana pasada pueda desempeñar su trabajo “sin obstáculos” y que contribuya “a garantizar una seguridad nuclear permanente en la central”.
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