Con un discurso de corte optimista a pesar de reconocer las enormes crisis que aquejan a la humanidad, el presidente de Gobierno de España se hizo presente en el foro de la Asamblea General este jueves por la tarde durante el debate de alto nivel del órgano deliberativo.
“Pese a todo, tengo la certeza de que ahí donde crece el peligro, crece también lo que nos salva. Por eso hoy quiero lanzar un mensaje nítido de esperanza y de confianza”, dijo Pedro Sánchez Pérez-Castejón tras mencionar problemas tan graves como la emergencia climática, la crisis alimentaria y energética, la inflación y la guerra en Ucrania.
La esperanza, explicó Sánchez, está en la capacidad de la comunidad internacional para sobreponerse a cualquier adversidad.
“Y la confianza en la fortaleza de una institución como ésta, Naciones Unidas, para encarar desafíos que no entienden de fronteras”, acotó.
Sánchez deploró la invasión de Ucrania -“que nos retrocede a tiempos que creíamos haber dejado atrás”-, y condenó los referéndums de anexión a Rusia de Donetsk, Luhansk y Kherson, afirmando que constituirían una violación del derecho internacional y advirtiendo que nunca se reconocerán los resultados.
En este renglón, refrendó el apoyo de su país a la independencia, soberanía e integridad territorial de Ucrania y llamó a los Estados a unirse en defensa de la Carta de la ONU.
El mandatario indicó que esta guerra llegó cuando el mundo estaba por entrar a una era de optimismo luego de haber hecho el mayor esfuerzo de cooperación científica y humanitaria de su historia para combatir el COVID-19.
Cinco desafíos
Pedro Sánchez instó a la Asamblea a reflexionar sobre cinco grandes retos y habló de la contribución de España para responder a ellos: la salud global, la crisis alimentaria, la emergencia climática, la transición digital y sus implicaciones en la salud y el derecho laboral, y la igualdad de las mujeres.
En cuanto a la salud global, llamó a aprender las lecciones de la pandemia e informó que su gobierno aportará 15 millones de euros al Fondo para la Prevención y Respuesta ante Pandemias, y desembolsará 130 millones más para el Fondo Mundial contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria.
Al referirse a la crisis alimentaria, subrayó el efecto de la guerra en Ucrania y la suspensión de las exportaciones de granos y fertilizantes de Ucrania y Rusia, que han hecho más agobiantes las carencias de por sí agudizadas por la interrupción de la cadena de suministros durante la pandemia. Para colaborar en el alivio de esta crisis, España movilizará donaciones por 151 millones de euros y créditos por 85 millones en los próximos tres años.
Al referirse a la emergencia climática, adelantó que España presentará en la cumbre del clima COP27 una alianza internacional de resiliencia ante la sequía, un flagelo que causa hambre y pobreza y al que su país es proclive. Esa alianza buscaría la innovación, la transferencia de tecnología y la movilización de recursos.
Sociedades más informadas y libres
En el apartado de la transición digital, Sánchez destacó que su país quiere tener un papel líder en esos esfuerzos y mencionó entre las acciones para lograrlo el establecimiento del Centro de la ONU para la Digitalización de la Educación en la ciudad española de Barcelona. “La educación es el camino a una sociedad más informada , libre, inclusiva e igualitaria”, aseveró.
De la igualdad de las mujeres, el jefe de Gobierno lamentó la lentitud de los avances y los retrocesos de muchas conquistas, haciendo hincapié en las cada vez más frecuentes amenazas a la libertad sexual y reproductiva de las mujeres en diversos lugares del mundo. En este punto, Sánchez reafirmó el compromiso de España con la igualdad de género y anunció que aportará cien millones de euros en los próximos tres años a organizaciones promotoras de los derechos sexuales y reproductivos, entre ellas ONU Mujeres.